Alta densidad de colmenas de abejas de la miel, ¿más riesgo que beneficio?

Bizkaia, Noticias

Un nuevo estudio liderado por el centro de investigación Basque Center for Climate Change (BC3) alerta de la necesidad de establecer umbrales de número de colmenas basados en la evidencia científica

El trabajo muestra que a medida que aumenta la densidad de colmenas de abejas domésticas, los beneficios parecen ser mínimos en comparación con el daño que potencialmente pueden causar en los ecosistemas

La demanda de servicios de polinización en cultivos y la producción de miel se ha derivado en las últimas décadas en un aumento a nivel global del número de colmenas de abejas melíferas ( Apis mellifera L.). Sin embargo, a medida que las prácticas agrícolas se vuelven cada vez más dependientes de esta única especie, ha surgido preocupación por las posibles consecuencias ecológicas de su uso generalizado.

Las altas densidades de colmenas de abejas melíferas, a menudo presentes cerca de zonas agrícolas, pueden influir en la biodiversidad local al alterar la dinámica de la competencia entre polinizadores, modificar las relaciones entre plantas y polinizadores, y afectar la disponibilidad de recursos florales.

En este contexto, el centro de investigación Basque Center for Climate Change (BC3) ha liderado un nuevo estudio, publicado en Journal of Applied Ecology , que ofrece nuevas evidencias científicas sobre el potencial riesgo ecológico de la alta densidad de colmenas de abejas.

“Si bien los impactos ecológicos de las abejas melíferas manejadas se han estudiado ampliamente, la mayoría de las investigaciones se han centrado en su presencia o ausencia, ignorando cómo la variación en la densidad de las colmenas podría influir en la dinámica de los ecosistemas”, explica Ainhoa Magrach, investigadora de BC3 autora del estudio. 

Para arrojar algo de luz al respecto, el equipo de investigación ha realizado una revisión exhaustiva de estudios, la mayoría de América del Norte y Europa Occidental, que examinan los impactos ecológicos de las colmenas de abejas de la miel, haciendo hincapié en las variaciones en la densidad de las colmenas y sus consecuencias para las comunidades de polinizadores silvestres, las interacciones planta-polinizador y el rendimiento de los cultivos. 

El trabajo muestra que el aumento de la densidad de colmenas tiene efectos en las tasas de visita de los polinizadores silvestres, la riqueza de las especies y el éxito reproductivo de las plantas, mientras que los beneficios para la producción de diferentes cultivos parecen ser mínimos en comparación con el daño que potencialmente pueden causar.

“Las consecuencias ecológicas del manejo de alta densidad de abejas son significativas, lo que exige una reevaluación de las estrategias de polinización en paisajes agrícolas”, destaca Magrach.

Colmenas por hectárea

Los expertos han observado efectos negativos incluso a densidades tan bajas como 0.25 colmenas por hectárea, muy por debajo de las directrices de manejo actuales de 1 a 25 colmenas por hectárea para muchos cultivos. 

Establecer directrices de densidad de colmenas basadas en evidencia científica será fundamental para equilibrar la productividad agrícola con la conservación de las comunidades de polinizadores nativos y el mantenimiento de una dinámica saludable del ecosistema.

“La discrepancia entre las directrices de manejo actuales y la densidad de colmenas a la que observamos impactos negativos para algunas variables subraya la necesidad de revisar las recomendaciones de población basadas en datos ecológicos”, concluye la experta. 

La investigación ofrece también una serie de recomendaciones para limitar los impactos negativos: sistemas obligatorios de registro de colmenas, revisar las directrices de densidad de colmenas adaptadas a las necesidades específicas de los cultivos y las condiciones ecológicas, y una mayor inversión en los mecanismos por los cuales las abejas melíferas pueden afectar a los ecosistemas nativos, la contribución de los polinizadores silvestres y las estrategias de polinización alternativas.

Además, las políticas agrícolas y ambientales, como la Política Agrícola Común de la Unión Europea, deben incorporar límites basados en la ciencia para las densidades de colmenas.

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