Aprender a leer con ritmo para ser mejores lectores

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Un colegio de Madrid ha sido el escenario de una formación experimental dirigida a mejorar la sensibilidad al ritmo y comprobar si repercute en la capacidad cerebral y el rendimiento lector

Las sesiones se han llevado a cabo con niños y niñas de 5 años desde febrero hasta mayo y los resultados se evaluarán a corto y largo plazo, en enero de 2025, cuando los estudiantes estén en primero de Educación Primaria

El objetivo es validar en un entorno real un nuevo programa de intervención musical basado en el ritmo en edades tempranas para prevenir y reducir la aparición de problemas de lectura como la dislexia

El proyecto de la investigadora Marie Lallier, del centro de investigación vasco BCBL, está financiado por las Becas Leonardo de la Fundación BBVA

El colegio público madrileño CEIP Nuestra Señora de la Fuencisla es el escenario para estudiar si incorporar en los procesos educativos una novedosa formación musical basada en el ritmo puede generar cambios positivos a nivel cerebral que beneficien la adquisición de la lectura en edades tempranas.

En concreto, el programa se dirige a mejorar la sensibilidad de los más pequeños al ritmo musical y comprobar si sus características regulares y repetitivas pueden ayudarles a desarrollar sus sistemas cognitivos de tal manera que puedan sincronizarse mejor a eventos auditivos rítmicos como el habla.

El proyecto de investigación cuenta con la participación de niños y niñas monolingües de castellano de dos aulas de 5 años de Educación Infantil para descubrir, además, si esta introducción en una etapa de aprendizaje clave en aspectos lingüísticos puede reducir también la aparición de problemas y trastornos relacionados con el lenguaje como la dislexia.

La investigadora Marie Lallier, del centro de investigación vasco especializado en neurociencia cognitiva del lenguaje Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL), lidera este proyecto con el apoyo de una Beca Leonardo 2023 de la Fundación BBVA.

Intervención en el aula

Para ello, tras haber evaluado el equipo de Marie Lallier las habilidades cognitivas, el rendimiento lector y la sincronización a nivel neuronal de todos los pequeños voluntarios, en febrero arrancó la segunda fase del proyecto: la intervención musical-rítmica en el aula.

Hasta el mes de mayo, a lo largo de un trimestre escolar, la maestra de música del centro ha impartido durante una hora semanal a una clase de 30 alumnos un programa experimental diseñado por la profesora de la Universidad Complutense de Madrid, Arantza Campollo Urkiza, junto al equipo de Lallier.

Las sesiones, basadas en actividades musicales rítmicas en los ámbitos de la expresión, interpretación y creación musical, han mezclado dos idiomas diferentes: castellano e inglés. «Creemos que combinar ambas lenguas fomentará la sensibilidad y sincronización neuronal al ritmo», explica Marie Lallier, experta de BCBL al frente del proyecto.

Al mismo tiempo, otro grupo control de 30 estudiantes ha realizado la formación musical habitual y delimitada en la programación anual del colegio para contrastar la efectividad con el programa experimental.

Una vez finalizado el período, los expertos de BCBL analizarán y evaluarán el efecto a corto plazo de esta intervención musical-rítmica en ambos grupos infantiles a través de herramientas como la electroencefalografía para observar si se han producido cambios significativos en la actividad cerebral antes y después de la intervención.

«La ubicación en una comunidad no bilingüe como Madrid es fundamental para poder evitar efectos en el rendimiento lector provocados por la exposición a otros idiomas. Esperamos que el grupo experimental presente una mejor sincronización neural con el habla y unas mejores habilidades cognitivas importantes para la adquisición de la lectura», destaca Lallier.

Además, en enero de 2025, se realizará una última fase para evaluar el impacto de la intervención a largo plazo, 9 meses después, cuando los niños y niñas estén en primero de Educación Primaria y comiencen a aprender a leer de manera formal.

Como resultado se espera, por un lado, una constatación de los beneficios de la educación musical y de actividades universales y lúdicas como cantar o escuchar música para diseñar nuevas estrategias de intervención basadas en el ritmo. Éstas podrán emplearse para el tratamiento temprano de dificultades en la adquisición de la lectura como la dislexia y para la potenciación de mecanismos neurocognitivos en niños con un desarrollo lector típico.

Por otro lado, se pondrá a disposición de neurocientíficos, psicólogos, orientadores educativos y profesorado un programa de intervención validado en un entorno real y con base científica para ser aplicado en su práctica diaria.

Conexión con el ritmo

El estudio, que tendrá una duración total de 18 meses, parte de otros trabajos realizados por el BCBL que señalan, por ejemplo, que los procesos lingüísticos fonológicos, que contribuyen a la adquisición de la lectura, están profundamente conectados al procesamiento cerebral del ritmo.

«En la última década, nuestro grupo de investigación ha demostrado que la percepción del habla genera una sincronización entre los ritmos del habla y las oscilaciones neuronales en regiones cerebrales auditivas en el hemisferio derecho, el cual también está involucrado en procesos musicales», añade Marie Lallier.

En este sentido, otros estudios llevados a cabo por el centro vasco sugieren que la música podría ser una herramienta beneficiosa para que niños y niñas con dificultades de lectura como la dislexia, que muestran una reducción en la sincronización neuronal con el habla, desarrollen a nivel cerebral unas estrategias compensatorias eficaces con el fin de mitigar su sensibilidad rítmica debilitada y optimizar su nivel de lectura.

«Debido a que el procesamiento del ritmo tanto musical como lingüístico se origina en el hemisferio derecho, no sería sorprendente que la educación musical tenga una transferencia positiva en la adquisición lingüística y fonológica», señala la experta.

Sin embargo, aún se desconocen los mecanismos neurocognitivos asociados a estos posibles beneficios observados tras una intervención musical, lo que genera una falta de acuerdo en cuál debería ser el foco de las intervenciones.

El nuevo proyecto de la investigadora de BCBL Marie Lallier, quien recibió una de las Becas Leonardo 2023 financiadas por la Fundación BBVA, se enfoca en el ritmo para arrojar luz sobre esta falta de conocimiento.

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