Euskadi se adelanta a la futura Ley de Suelos de la UE con una red de monitorización pionera

Álava, Bizkaia, Noticias

NEIKER, en colaboración con OpenGeoHub Foundation, impulsa el diseño de una red con 400 puntos de control que incorpora técnicas de análisis de ADN para evaluar la biodiversidad, superando los estándares químicos tradicionales

El suelo es un recurso esencial para la producción de alimentos, la conservación de la biodiversidad y la regulación de procesos ambientales como el ciclo del carbono o el almacenamiento de agua. Sin embargo, en Europa su estado de salud presenta signos de deterioro derivados de la erosión, la pérdida de materia orgánica, la contaminación difusa o la intensificación de determinados usos. A ello se suma la falta de información homogénea y comparable entre regiones, que dificulta conocer con precisión la magnitud de estos problemas y orientar políticas eficaces de gestión sostenible.

Ante esta necesidad, el Consejo de la Unión Europea (UE) ha establecido un marco normativo común para evaluar la salud del suelo en todos los Estados miembros. La nueva Directiva de Vigilancia del Suelo define cómo deben seleccionarse los puntos de muestreo, qué descriptores deben medirse y qué metodología debe aplicarse para obtener datos comparables a escala europea, con el objetivo de avanzar hacia un sistema de vigilancia capaz de ofrecer diagnósticos fiables que permitan garantizar que todos los ecosistemas del suelo de la UE estén en buen estado de salud para 2050.

Para dar respuesta a este reto y conocer el estado real de Euskadi sin esperar a la transposición oficial de la norma, NEIKER se ha anticipado aplicando ya el marco metodológico propuesto desde Bruselas. El diseño de esta red de monitorización, realizado en 2024 en colaboración con OpenGeoHub Foundation, ha permitido al centro identificar 400 puntos estratégicamente distribuidos para captar la variabilidad regional de Euskadi basándonos en variables climáticas, edáficas y del paisaje.

Como primer paso de este despliegue, durante este otoño se ha llevado a cabo un muestreo piloto en 60 puntos de tierras de cultivo, principalmente cereal, viñedos y huertas, validando la metodología sobre el terreno gracias a la colaboración de los propietarios”, explica Pilar Merino, responsable del Departamento de Conservación de Recursos Naturales de NEIKER.

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