Investigadores de CIC bioGUNE revelan la evolución de una proteína prehistórica en el cuerpo humano
Una investigación llevada a cabo por investigadores del Centro de Investigación en Biociencias vasco, CIC bioGUNE y las universidades de Yale, Harvard y Oxford, publicada en la edición de Plos Biology de este mes de mayo, revela que la enzima que convierte ADN en ARN se conserva sorprendentemente en el ser humano desde su presencia en ancestrales organismos unicelulares, a pesar del abismo evolutivo de 2 billones de años.
Estos organismos, llamados Sulfolobus y que viven en entornos extremos como volcanes o salinas, con mucha concentración de sulfuro- ya contaban con la enzima multisubunidad polimerasa ARN (RNAP), encargada de la transcripción, el proceso de conversión de ADN en ARN (que es a su vez convertido en proteínas por los ribosomas), aunque en el ser humano desarrolla funciones más complejas.
La investigación publicada en Plos Biology ha sido liderada por Nicola Abrescia, investigador italiano contratado por la Fundación Ikerbasque recientemente incorporado a la Unidad de Biología Estructural de CIC bioGUNE, y Yakov Korkhin (investigador en Yale y Harvard), además de otros colegas de las universidad de Oxford.
Korkhin y Abrescia, junto con sus colegas, han investigado la enzima polimerasa por medio de la cristalografía de rayos X en la Unidad de Biología Estructural de CIC bioGUNE, un método que utiliza los rayos X diseminados por pequeños cristales de proteína y/o ácidos nucleicos para reconstruir su estructura tridimensional. El equipo ha aclarado completamente la arquitectura de la enzima y su relación evolutiva.
El alcance de la investigación científica realizada es muy importante porque, según afirma Abrescia, “retrata por primera vez la maquinaria enzimática completa de este organismo y puede contribuir a hacernos comprender de dónde venimos y cómo la evolución nos ha moldeado para que podamos realizar tareas más complejas”.