NEIKER renueva sus instalaciones de alta seguridad biológica necesarias para trabajar con patógenos que requieren medidas especiales de biocontención

Bizkaia, Noticias

El centro tecnológico va a realizar una reforma integral de su edificio de nivel 3 de contención biológica (NCB3), en el que desarrolla algunas de sus principales líneas de investigación en sanidad animal

Mediante estas obras, el centro ampliará sus instalaciones en 180 mhasta alcanzar los 853 m2, reordenando las diferentes áreas y, al mismo tiempo, optimizando sus avanzados sistemas de seguridad y de biocontención

Estas instalaciones son las terceras de estas características en cuanto a superficie a nivel del estado y tras la reforma estarán a la cabeza de Europa por sus características técnicas

La obra, que se prolongará hasta marzo de 2025, tendrá un coste de 4.795.000 euros

Las instalaciones de nivel 3 de contención biológica (NCB3) son aquellas que reúnen las condiciones de bioseguridad adecuadas para trabajar con agentes patógenos de fácil transmisión y que pueden provocar una infección grave y potencialmente letal, pero para los cuales existen medidas preventivas y/o terapéuticas.

Algunos de estos agentes patógenos son los que pueden causar enfermedades como la tuberculosis o la gripe aviar, que son enfermedades zoonóticas (aquellas que afectan tantos a los humanos como a los animales). Estas instalaciones están especialmente diseñadas para que nada, tanto el aire como los efluentes, materiales y equipos, e incluso los trabajadores, salga de ellas sin un tratamiento adecuado. Por ello, adquieren especial relevancia los equipos de filtración de aire dotados de filtros de alta eficiencia (HEPA) o la planta de tratamiento de efluentes que mediante tratamiento térmico y/o químico es capaz de inactivar cualquier patógeno presente en los efluentes antes de ser liberados. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, además de aspectos técnicos estructurales, estos laboratorios requieren de rigurosos protocolos de trabajo y de un entrenamiento especializado del personal que trabaja en ellos.

Desde 2002 y coincidiendo con la alerta sanitaria provocada por las ‘vacas locas’, el centro tecnológico NEIKER, miembro del Basque Research and Technology Alliance (BRTA) y dependiente de la viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno Vasco, dispone de unas instalaciones NCB3 en su sede central del Campus Zamudio/Derio del Parque Tecnológico de Euskadi. Dentro del laboratorio, el personal del centro trabaja en distintas líneas relacionadas con la sanidad animal: desde la búsqueda de vacunas hasta la mejora de las técnicas de diagnóstico, pasando por la detección de patógenos en el marco de los programas de vigilancia y erradicación de enfermedades que Euskadi debe cumplir, siempre bajo los más estrictos parámetros de bioseguridad y biocontención.

“Esta infraestructura nos ha permitido dar respuesta a algunas de las crisis sanitarias más importantes en el sector de la ganadería de las últimas dos décadas, como la provocada por las encefalopatías espongiformes transmisibles -mal de las vacas locas- o la gripe aviar”, explica Joseba Garrido, responsable del Departamento de Sanidad Animal de NEIKER.

En este contexto, el centro acaba de iniciar la reforma integral de las instalaciones de nivel 3 de biocontención. Las obras, que se prolongarán hasta marzo de 2025, tendrán un coste de 4.795.000 euros y permitirán ampliar la superficie de la instalación hasta los 853 m2, renovando, al mismo tiempo, los sistemas y equipos de bioseguridad y biocontención de la planta.

Con la ampliación, también se establecerá una nueva distribución de las zonas de trabajo en base a las necesidades actuales. “Hoy en día, el laboratorio es una superficie abierta. Con la nueva distribución conseguiremos cinco laboratorios independientes, dando cabida en una misma instalación a diferentes grupos de trabajo, internos y externos, rentabilizando al máximo la superficie”, apunta el responsable del Departamento de Sanidad Animal del centro.

Además de los laboratorios, la zona de experimentación también será reformada. Se diferenciará la zona dedicada a animales de laboratorio como ratones, cobayas o conejos, de la dedicada a otros modelos animales de mayor tamaño, adecuando las instalaciones a la normativa y necesidades actuales. El trabajo en estos modelos animales es fundamental para el desarrollo de algunas de sus líneas de investigación, además de ser utilizadas por otros miembros de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología y del BRTA. En este sentido, el centro cuenta con décadas de expertise en la investigación en vacunas, protocolos de diagnóstico y nuevas herramientas de control frente a estos patógenos.

Referente en bioseguridad

Y sin olvidarnos de los aspectos más relevantes que se deben tener en cuenta en este tipo de instalaciones: la bioseguridad y la biocontención, dado que ningún patógeno debe salir del laboratorio sin recibir el tratamiento adecuado.

En este sentido, la instalación va a dar un importante salto adelante a nivel técnico, ya que se sustituirán los actuales sistemas que aseguran la biocontención por nuevos equipos de última generación, más eficientes energéticamente, algo muy importante si tenemos en cuenta que son instalaciones que están en funcionamiento de forma constante para poder mantener la presión negativa respecto a la del exterior. Esto quiere decir que, en todo momento, la instalación está trabajando para que, bajo ningún concepto, incluidos accidentes internos, nada, ni siquiera el aire, pueda salir sin un tratamiento correcto. Por lo tanto, la infraestructura dispondrá de nuevos sistemas de climatización y filtración, de suma importancia en los laboratorios de nivel 3, así como de una nueva planta de tratamiento de efluentes y, por último, de un nuevo horno incinerador para la transformación final de los residuos sólidos orgánicos en cenizas, libres ya de riesgo biológico.

Los equipos críticos como los equipos de filtración y climatización del aire, la planta de tratamiento de efluentes o los autoclaves de doble puerta serán redundantes por lo que, aunque surjan averías, se podrá mantener la actividad sin comprometer la bioseguridad ni la biocontención, algo vital teniendo en cuenta que en estas instalaciones se llevan a cabo estudios de larga duración cuyos experimentos no se pueden interrumpir.

En cuanto al equipo humano, la gestión de este tipo de instalación requiere de personal especializado, como el grupo de investigación que desarrolla su actividad en NEIKER, lo que garantiza el funcionamiento óptimo de la instalación y el buen desarrollo de los proyectos de I+D+i desde el punto de vista de la bioseguridad.

Gracias a esta infraestructura, NEIKER se ha convertido en apenas dos décadas en referente en los ámbitos de la investigación y del diagnóstico en sanidad animal. Sus instalaciones son las terceras de estas características en cuanto a superficie a nivel del estado y tras la reforma estarán a la cabeza de Europa por sus características técnicas. Desde 2015 NEIKER es uno de los doce centros que forman parte de la Red de Laboratorios de Alerta Biológica, RE-LAB, cuya dirección se encomienda al Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España a través del Instituto Carlos III y que dan apoyo operativo al Sistema de Seguridad Nacional ante riesgos y amenazas por agentes biológicos.

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