¿Pueden los videojuegos hacernos mejores lectores?
Un estudio del centro de investigación vasco BCBL ha puesto a prueba las capacidades visuales y atencionales relacionadas con la lectura de gamers exclusivos de juegos de acción y jugadores de otros géneros
Los datos del experimento se han recogido a través de la tecnología de seguimiento ocular eye-tracking, disponible en las instalaciones de BCBL
Identificar los videojuegos con mayor impacto en las funciones vinculadas al rendimiento lector puede permitir desarrollar juegos específicos para personas con problemas como la dislexia
La definición clásica de un videojuego de acción describe juegos de disparos en primera o tercera persona que se caracterizan por un ritmo rápido e intenso. Este tipo de juegos demandan una alta carga de atención cognitiva, perceptiva y motora en la pantalla y por ello han sido el foco de numerosos estudios.
Algunas de estas investigaciones han concluido que los gamers expertos en este género cuentan con unas mejores funciones y habilidades visuales relacionadas con la lectura. Incluso, se ha probado la implementación de estos videojuegos para mejorar las capacidades lectoras de niños y niñas con dislexia.
Sin embargo, estos trabajos científicos no habían tenido en cuenta el posible efecto de la experiencia previa de los jugadores en otro tipo de géneros, como pueden ser los de aventuras, deportes o de carreras de coches, que incluyen elementos similares a los de acción.
En este contexto, la revista científica Language, Cognition and Neuroscience ha publicado los resultados de un novedoso estudio llevado a cabo en el centro de investigación vasco Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL). En sus instalaciones se puso a prueba la capacidad visual y lectora de un grupo de jugadores exclusivo de videojuegos de acción, otro integrado por gamers de otros géneros y un tercero formado por personas no jugadoras.
Los tres grupos formaron parte de un experimento liderado por las investigadoras Marie Lallier, de BCBL, y Maria Eleonora Minissi, ahora investigadora en la Universidad Politécnica de Valencia. Los participantes completaron pruebas de lectura convencionales, así como otras más avanzadas mientras los resultados se recogían a través de la tecnología de seguimiento ocular eye-tracking, disponible en los laboratorios de BCBL.
«Esperábamos encontrar unas funciones visuales de atención más desarrolladas en los jugadores de videojuegos de acción en una tarea que implicaba una búsqueda visual de elementos dentro una cadena de símbolos, lo que se podría asimilar a lo que hacemos cuando leemos. Sin embargo, fueron los jugadores más heterogéneos los que mostraron un mejor rendimiento y mayores beneficios en su habilidad lectora», destaca Marie Lallier.
A su vez, ambos grupos integrados por jugadores de videojuegos evidenciaron mejores resultados en tareas más difíciles de lectura en comparación con los no jugadores.
Videojuegos para niños disléxicos
Según la experta de BCBL, la investigación abre la hipótesis de que no solo los videojuegos clásicos de acción tienen beneficios en las principales funciones visuales vinculadas a los procesos de lectura, sino que puede haber una mayor variedad de géneros con potenciales efectos positivos.
Este hecho abre la puerta a que en el futuro las investigaciones no se limiten a un único género de videojuegos y busquen identificar cuáles son las características que afectan a la capacidad visual comparten juegos de distintas temáticas.
«Si logramos saber qué propiedades impactan en los procesos del sistema visual vinculados a la lectura, estas podrían aplicarse en la concepción de videojuegos específicos para niños y niñas con problemas como la dislexia para orientar la mejora de su rendimiento lector», añade Lallier.
Además, incluir en futuros estudios otros criterios y variables como el número de horas jugadas también aportará una información más completa sobre el potencial impacto beneficioso de los videojuegos en los procesos de lectura.
«De esta manera, será posible demostrar si jugar a videojuegos sin violencia en un número de horas razonable puede tener los mismos efectos positivos», concluye la experta.
El trabajo investigador de BCBL, financiado por el Gobierno Vasco y la Agencia Estatal de Investigación, ha contado con la colaboración de 73 participantes.