El rostro como reflejo del habla para estudiar la prosodia
El centro de investigación BCBL, en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa, busca averiguar el origen cognitivo de la capacidad de interpretar y distinguir la entonación de enfado, alegría, exclamaciones o preguntas
Los expertos pondrán a prueba a personas sanas y pacientes con daños cerebrales con la tarea de escuchar oraciones y escoger después la cara que mejor expresa las palabras percibidas
Los déficits en la comprensión prosódica son habituales en personas que han sufrido accidentes cerebrales como un ictus
(Donostia, 16 de noviembre de 2023).- como prosodia y desempeña un rol clave en las interacciones humanas. Tanto que, un déficit en esta comprensión prosódica, frecuente en personas que han sufrido por ejemplo accidentes cerebrales como un ictus, repercute significativamente en su calidad de vida.
Dar con el origen de la prosodia y sus fallos y entender cómo funciona a nivel cerebral en personas sanas y con daños neurológicos es el objetivo de un nuevo estudio del centro de investigación Basque Center on Cognition, Brain and Language (BCBL) de Donostia, en colaboración con el Hospital Universitario Donostia y el Instituto de Investigación Sanitaria Biogipuzkoa (IIS Biogipuzkoa).
«Estudiaremos las fases involucradas en la interpretación de la entonación con la idea de observar qué influencia puede tener un déficit en esta función en la comprensión del habla y qué región cerebral tiene mayor relación con la prosodia», explica Giada Antonicelli, investigadora de BCBL.
No en vano, tal y como añade la experta, tradicionalmente se cree que la prosodia emocional (alegre, enfadada o triste) se procesa en el hemisferio derecho del cerebro, mientras que la lingüística (pregunta, ruego o exclamación) en el izquierdo. “Esta hipótesis no se sostiene con las evidencias actuales, que indican un reparto más complejo de las funciones relacionadas con la prosodia”, asegura.
Participantes sanos y con daños cerebrales
Los investigadores de BCBL analizarán la interpretación de la prosodia en dos grupos de participantes: por un lado, pacientes con daño cerebral del Servicio de Neurología del Hospital Universitario de Donostia, que colabora en el estudio; y, por otro, personas sanas mayores de 18 años.
En este segundo grupo, el centro se encuentra en plena búsqueda de personas voluntarias que sean diestras, que cuenten con unos estudios mínimos de bachillerato, que no tomen medicación para la depresión o la ansiedad, que no tengan ningún tipo de problema neurológico y que no tengan formación musical.
«La idea es valorar los efectos que puede tener la edad y las lesiones cerebrales sobre el procesamiento de la prosodia», destaca Giada Antonicelli.
Para ello, los expertos medirán la respuesta conductual y neuronal de los participantes a través de pruebas conductuales y de magnetoencefalografía (MEG), una técnica no invasiva que detecta el campo magnético que se produce de forma natural por la actividad eléctrica del cerebro.
En estos ensayos, tanto las personas sanas como las enfermas se someterán a una sencilla tarea que pondrá a prueba su memoria y capacidades lingüísticas: escuchar oraciones y escoger después entre 3 alternativas el rostro que mejor exprese la entonación de las palabras recién escuchadas, ya sean de rabia, alegría, pregunta, ruego o neutrales.
La mayor novedad de la investigación reside en estudiar la prosodia en personas con lesiones cerebrales usando no solo el MEG, sino también una técnica de análisis estadístico denominada cortical tracking (rastreo cortical) que estima la sincronización entre los estímulos auditivos y la actividad en la corteza cerebral.
«Investigaciones previas han demostrado que el cerebro y sus oscilaciones tienden a sincronizarse con el ritmo del habla, es decir, que las neuronas, las células del cerebro, modifican ligeramente su actividad para entonarse con el fluir del habla. Este es el primer estudio que mide el rastreo cortical de la prosodia en personas con daños cerebrales y en diferentes grupos de edad para averiguar cómo esta sincronización influye en la comprensión prosódica», subraya por su parte Simona Mancini, líder del grupo de investigación de BCBL «Neurolingüística y Afasia».
Los resultados del proyecto de BCBL, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación del Gobierno de España, aumentarán el conocimiento sobre el origen de los déficits en la prosodia y podrían ayudar a orientar las terapias de rehabilitación en personas que han sufrido un ictus, por ejemplo, y hacerlas más efectivas.
Las personas que deseen participar y estén disponibles para acudir a las instalaciones de BCBL en el Parque Tecnológico de Miramón, Donostia (Gipuzkoa), pueden contactar con el centro a través del correo electrónico participa@bcbl.eu, indicando en el asunto: «Estudio “Protrack”».