Entrevista: David Montero (Director Bic Araba)
Bic Araba es el Centro de Empresas e Innovación de Álava y está ubicado en el Parque Tecnológico de Álava.
Desde su creación viene prestando servicios de ayuda a emprendedores y empresas con el objetivo de promover iniciativas empresariales innovadoras y/o de base tecnológica y fomentar su desarrollo. BIC ARABA actúa como instrumento dinamizador para la incorporación de nuevos proyectos empresariales al tejido productivo con la finalidad de la viabilidad y garantías de futuro de esos proyectos.
1.- ¿Desde BIC ARABA que tipo de servicios prestan a los nuevos emprendedores?
Principalmente aquellos relacionados con el análisis de viabilidad de sus propuestas y el impulso en su crecimiento y desarrollo.
Casi todas las personas que se acercan al BIC con intención de poner en marcha empresas innovadoras tienen un perfil tecnólogo altamente cualificado pero con escasa orientación comercial y dotes de gestión. Es aquí donde trabajamos para reforzar estas capacidades o incluso complementar los equipos con apoyo externo, a veces a través de la colaboración de empresas ya consolidadas.
También facilitamos el acceso a la financiación especializada que requieren este tipo de proyectos empresariales, minimizando el riesgo, sobre todo en sus primeras fases. Hablamos de subvenciones, préstamos blandos e incluso instrumentos de entrada en capital.
Cada vez trabajamos más apoyando la diversificación en empresas ya consolidadas, tanto en estrategia como en proyectos concretos y spinoffs. El Intraemprendimiento y la innovación abierta a través de startups resultan cada vez más interesantes para nuestras empresas grandes y medianas.
Todos estos servicios los proporcionamos bajo una clara filosofía de cooperación con otras entidades y empresas. Predicamos con el ejemplo a la hora de concienciar a las nuevas empresas acerca de la necesidad cada vez mayor de cooperar y crear sinergias con terceros. Esto no sólo es algo conveniente para poder crecer y consolidarse con garantías, sino que en muchos casos es incluso cuestión de supervivencia.
2.- ¿Cuál es la base que no le debe de faltar a ningún proyecto para garantizar su viabilidad?
Mercado, mercado y mercado. Cuanto antes tiene que conocer quiénes van a ser sus clientes, dónde están y cuál es la mejor manera de llegar a ellos.
Hoy en día herramientas como «Lean Startup» o «Crowdfunding» sirven a muchos proyectos para poder «tocar» mercado desde el minuto cero e ir dando forma a su modelo de negocio de manera mucho más efectiva y realista.
3.- Desde su creación en 1988 han sido muchos los proyectos que han pasado por BIC ARABA. ¿Ha cambiado mucho el tipo de proyectos desde la década de los 80?
Han sido más de 300 empresas innovadoras y de base tecnológica las que han sido acompañadas por el BIC en estos años. La mayoría todavía siguen activas, algunas de ellas instaladas y asentadas en nuestro Parke: AJL, IDEC, Praxis, Estudios GIS, Geotech,…
Desde 1988, es evidente que las tecnologías sobre las que se basan este tipo de empresas han evolucionado a velocidad de vértgio, pero no tanto los perfiles de los promotores y las necesidades que siempre han tenido en cuanto a comercialización y gestión.
En estos años también han crecido y han aparecido nuevos instrumentos y entidades de apoyo al emprendimiento tecnológico, tanto desde el ámbito público como desde el privado, casi siempre actuando en colaboración, lo cual es sumamente positivo para un mejor desarrollo de este tipo de proyectos.
4.- ¿Qué consejo le daría a las personas que quieren emprender en los campos de innovación y la tecnología?
Por muy innovador o tecnológico que sea un producto o servicio, el único que sabe si es bueno es el mercado. Por lo tanto, hay que salir a escuchar lo que dice desde el primer día. Escucha activa.
Y para que sea bueno, hay dos factores fundamentales. El primero: el tiempo. Muchas veces la culpa del éxito o el fracaso de una propuesta se debe al «time-to-market». Acertar con el momento adecuado es complicadísimo en el sector tecnológico. Generalmente al mercado no se debe llegar ni el primero ni el último.
El segundo y más importante: el equipo. Hay que procurar dotarse de personas o capacidades multidisciplinares, priorizando siempre la comercial frente a la tecnológica. Grande o pequeña, el valor de una empresa es el de sus personas.