Zuhaizti haur eskola: 20 años de experiencia en pedagogías activas en el Campus Zamudio/Derio

Bizkaia, Noticias

En Zuhaizti haur eskola, ubicada en el edificio 107 del Campus Zamudio/Derio del Parque Tecnológico de Euskadi, la innovación educativa no es solo un concepto, sino un pilar fundamental de su práctica diaria en las niñas y niños

Estamos comprometidos con ofrecer una educación que se basa en las últimas evidencias científicas sobre el desarrollo infantil, asegurándonos de que cada niña y niño reciban una experiencia educativa adaptada a sus necesidades y potencial único. Por ello, seguimos de cerca las investigaciones más recientes en neurociencia, psicología del desarrollo y pedagogía para diseñar nuestras estrategias educativas.

Reconocen que no hay dos menores iguales, por lo que su programas están diseñados para respetar y potenciar la individualidad de cada niña y niño. Adaptan las actividades según las habilidades, intereses y necesidades de cada niña y niño, promoviendo su aprendizaje activo y significativo y los menores son alentados a ser protagonistas de su aprendizaje, eligiendo materiales y actividades que despierten su interés, bajo la guía de nuestros educadores.

Su metodología pone el énfasis en el aprendizaje activo, donde las niñas y niños exploran, experimentan y descubren, basándose en las pedagogías activas que son enfoques educativos que ponen a los menores en el centro del proceso de aprendizaje. En lugar de ser un receptor pasivo de conocimientos, las niñas y niños se convierte en un participante activo, descubriendo, explorando y construyendo su propio aprendizaje a través de la interacción con su entorno, sus compañeros y los educadores.

Principios Fundamentales de las Pedagogías Activas

  1. Las niñas y niños como Protagonista
    Las pedagogías activas parten de la idea de que cada menor es único, con curiosidades, intereses y ritmos de aprendizaje propios. Esto implica respetar y fomentar su iniciativa, autonomía y creatividad, guiándolos en su proceso de descubrimiento.
  2. Aprender Haciendo
    En lugar de basarse exclusivamente en la enseñanza tradicional, las pedagogías activas promueven el aprendizaje a través de la experiencia práctica. Los niños tocan, manipulan, experimentan y se involucran directamente con el mundo que los rodea.
  3. El Papel del Educador
    Los educadores no son meros transmisores de conocimiento, sino guías y observadores que acompañan el proceso de aprendizaje. Ayudan a las niñas y niños a reflexionar, a plantearse preguntas y a encontrar sus propias respuestas.
  4. Un Entorno que Enseña
    Los espacios educativos son diseñados cuidadosamente para convertirse en un «tercer educador», ofreciendo estímulos que fomentan la exploración y el aprendizaje. Cada elemento del ambiente está pensado para invitarles a descubrir de manera autónoma.

En el centro, aplican los principios de varias pedagogías activas que enriquecen la práctica educativa:

  • Montessori: Enfocada en la autonomía, el aprendizaje práctico y el respeto por el ritmo de cada niña y niño
  • Reggio Emilia: Basada en la exploración, el arte y la participación activa.
  • Pikler: Centrada en el movimiento libre y el respeto por las etapas naturales del desarrollo motor y emocional.

Las pedagogías activas permiten formar niñas y niños felices, autónomos y con una mentalidad abierta al aprendizaje continuo. Al darles un papel activo en su educación, les ayudan no solo a adquirir conocimientos, sino a desarrollar las habilidades y valores necesarios para enfrentar con éxito los retos de la vida.

Gracias al trabajo con estas pedagogías, las familias también reportan beneficios claros, como una mayor confianza en sus hijos e hijas, mejoras en la comunicación familiar y una mayor conciencia sobre la importancia de una educación respetuosa y activa. Esto refuerza su visión de que la educación infantil puede transformar no solo a los menores, sino también a la sociedad.

En resumen, los resultados de su metodología son un reflejo de su compromiso con una educación de calidad que sienta las bases para un futuro lleno de posibilidades. «Estamos orgullosos de formar a niñas y niños que no solo están preparados para enfrentar el mundo, sino que también están listos para mejorarlo».

El corazón del centro es su equipo educativo, un grupo de profesionales altamente cualificados y apasionados por la educación infantil. Su formación, experiencia y compromiso constante con el aprendizaje y la innovación son fundamentales para ofrecer a los menores la mejor experiencia educativa posible. Todos sus educadores están formados en metodologías como Montessori, Reggio Emilia y Pikler, asegurando que cada enfoque sea aplicado con rigor y sensibilidad.

En el centro, una de las mayores satisfacciones es «ser testigos de su desarrollo: cómo cada día se vuelven más autónomos, seguros y felices en el ambiente que hemos creado para ellos. Ver su progreso y alegría es el motor que impulsa nuestro trabajo diario y confirma que estamos en el camino correcto. Además, el vínculo que creamos con las familias es único y va más allá del aula. Nuestro centro se convierte en un segundo hogar no solo para los niños, sino también para las familias. Nos apoyamos mutuamente y compartimos las alegrías de ver crecer a los pequeños. Nos encanta sentir que somos parte de una gran comunidad donde las familias participan activamente, creando un entorno cálido, cercano y colaborativo. Creemos que la felicidad es el motor del aprendizaje y el desarrollo. En nuestro centro, trabajamos para que cada niño y familia sienta que está en un lugar especial, donde no solo se aprende, sino que también se vive con alegría y amor».

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